Una tormenta nocturna en alta mar
¡Gran dios, gran Dios, qué miro! El sol se sumergió, y el negro velo desarrolló la noche sobre el cielo; mas con plácido giro una […]
¡Gran dios, gran Dios, qué miro! El sol se sumergió, y el negro velo desarrolló la noche sobre el cielo; mas con plácido giro una […]