A Olga Díaz, pianista, concertista y compositora,
Que rnusicalizó estos versos.
Siempre que a llover empieza
Su lenguaje me hace daño:
La lluvia tiene un extraño
Consorcio con mi tristeza.
Lluvia, desmembrado mar
-sal con uniforme ruido-,
Me trae desde el olvido
Lo que más quiero olvidar.
Es esa melancolía
Que a mi espíritu se aferra,
Porque recuerdo a mi tierra
Cuando en mi tierra llovía…
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Ecos del jardín 1 Como el pez al agua, Como el agua a la tierra, Como la tierra al sol, Como el sol al árbol, Como el árbol a […]...
- Torna, roble, árbol patrio, a dar sombra Torna, roble, árbol patrio, a dar sombra Cariñosa a la escueta montaña Donde un tiempo la gaita guerrera105 Alentó de los nuestros las almas Y […]...
- Oración en el jardín Yo me quiero morir como se muere todos los años el jardín, y luego renacer de igual modo que renace todos los años el jardín. […]...
- En un jardín de estatuas que no existen En un jardín de estatuas que no existen donde juegan los niños al verano, en un jardín donde transcurre el tiempo. En las sillas de […]...
- Palomas salvajes Ayer, estaba en la playa blanca, Cuando vi unas palomas salvajes Que volaban de lejos. Me parecían muchas, felices y fuertes. No vi tristeza ni […]...
- Está en llamas el jardín natal (fragmentos) 1 Fui desde mi casa, a la casa de los abuelos, desde la chacra de mis padres a la chacra de los abuelos. Era una […]...
- El antiguo jardín Quedó abrazada al muro, amante, la glicina, y grávido de frutos de oro, el limonero; la cola de tijera mostró una golondrina y el gorrión […]...
- Ella que pasa Paso que pasa rostro que pasabas qué más quieres te miro después me olvidaré después y sólo solo y después seguro que me olvido. Paso […]...
- Déjenme decir que tengo miedo y hambre Llévense todos estos seudónimos Esas fotos retocadas Esos currículums vitae inundados De nadie. Déjenme solear mis cicatrices Déjenme decir que tengo miedo y hambre No […]...
- Poema del olvido Viendo pasar las nubes fue pasando la vida, y tu, como una nube, pasaste por mi hastío. Y se unieron entonces tu corazón y el […]...
- Dudante o el jardin amurallado Omnis qui se dubitatem intelligit, verum intelligit, et de hac re quam intelligit certus est.* Agustín, De vera religione, 39,73 Ensañada entre las cuerdas del […]...
- Razones No me preguntes por qué: Te quiero porque te quiero De interior a superficie Y de cubierta hacia adentro. Te quiero cuando derramo Tu silueta […]...
- La balada de la vuelta del juglar – Dolor: ¡qué callado vienes! ¿Serás el mismo que un día se fue y me dejó en rehenes un joyel de poesía? ¿Por qué la […]...
- Cantar de amor (7) A Olga Orozco Los salmos del amor se yerguen de la tierra, sus torrentes a veces las almas aniquilan. Nosotros los cantamos dispuestos a perdernos […]...
- En algún lugar estás En algún lugar estas lejos de la lluvia posada por las calles lejos de todo lo que llamábamos cuando era primera vez y la nombramos […]...
- Noche, esta noche No quiero pensar No quiero sentir No quiero olvidar Sólo quiero dejar Que me inunde este río de amor Que corre por mi cuerpo y […]...
- La noche de los ruiseñores africanos Cayó el alma en el pozo de la noche y desde abajo, desde lo más hondo, ve la luna de junio madurar en la brisa, […]...
- Ahora A Francisca Esther, mi esposa Ahora cuando la lluvia salpica los costados de mi patria y el viento trae en sus enaguas un dejo de […]...
- En el jardín Ella estaba turbada y sonreía, él le hablaba en la sombra a media voz; solo estaba el jardín, y la algazara del baile se escapaba […]...
- Don juan en el jardÍn La mitad de las chicas con las que me he acostado eran lesbianas. He querido a mujeres con las que días antes no me hubiera […]...
- Mi jardín de los suplicios En el rincón secreto, bajo el árbol, despacio, muy despacio, desataste mis trenzas y luego, impetuoso, porque yo sentí frío y terca me negaba, arrancaste […]...
- El jardín de símbolos Como si una mano al cielo arrebatara, Tal vez entonces dudar se detendría, Y el destino, buscado y encontrado, Disolviéndose del día en diminutas formaciones, […]...
- Una melancolia de oro viejo UNA MELANCOLIA DE ORO VIEJO Trenza y destrenza, en el fugaz espejo De los charcos, caminos, a las hojas De apagado verdor y venas flojas. […]...
- Infancia mía en el jardín… (elegía) Infancia mía en el jardín: Las cochinillas de humedad, las mariquitas de San Antón, también vagaba la lombriz y patinaba el caracol. Infancia mía en […]...
- El jardín de tus delicias Flores, pedazos de tu cuerpo; me reclamo su savia. Aprieto entre mis labios la lacerante verga del gladiolo. Cosería limones a tu torso, sus durísimas […]...
- Ecos del jardín 2 Ven, sombra feliz, tapa mis ojos: No seas muerte fría, sino sed saciada Que rehaga mi piel y reanime mis huesos. Cubre mis pies con […]...
- Rito de la vida Besarle el gozo al olvido, cómo le hago para besar un año entero de noches que bebían el olvido. Ahora cabalgo sobre un rey de […]...
- Fiesta en un jardín A la sombra de aquel día giraban los deseos sobre nosotros como esferas astronómicas de felicidad. Lo pasamos en un jardín al que una nube, […]...
- Otoño y jardín Señora: Es el crepúsculo. No importa si un retoño Se ha abierto en los rosales del jardín, todavía: Ya ha llegado el terrible crepúsculo de […]...
- Poema del secreto Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía, y no volver el rostro para verte pasar. Puedo apretar mis labios un día y otro […]...