Dize: “Señores, la Discordia es ésta,
que Atis por otro nombre avéis llamado,
chriminosa, cruel y deshonesta,
procura de dañar a todo estado.
Porque no fue llamada en esta fiesta,
aquesta falsedad a levantado;
y el testigo tachado y fementido
jamás en el juizio es rreçebido.
Ya por el claro Júpiter, mi abuelo,
en el combite del divino coro
fue desterrada del muy alto çielo
quando echó la mançana y poma de oro;
a cuya causa Paris, el moçuelo,
le dió a Venus, mi madre, tal tesoro.
Señor Plutón, ponelda en el profundo,
en perpetua prisión vaya del mundo.
Nunca con Siches en un yugo atado
estuve yo jamás, por dos rrazones:
la una, por discordes en estado
– ella mortal, yo Dios de coraçones-;
la otra, si Apuleyo lo a contado
no es vuestro coronista en sus fiçiones
apócrifo sin fe será su cuento,
inventor de finjido casamiento.
Bien me acuerdo esta moça ver perdida
de sus padres un día entre pastores
en el Arcadia, y dello arrepentida,
echo el yerro de amor al Dios de amores,
si ella dize que fue de mí querida
fue por dar escusa a sus errores,
qual suele aconteçer a la hermosura,
que dize el Rey la estima como a esposa.
Y por tener tan alto atrevimiento,
sea qual Ariadne en la corona
por estrella y decor del firmamento
o qual Calipso en la terzera zona.
Y estad çiertos que nunca casamiento
celebré pues el mundo me pregona
por moço libre joven y soltero
inçierto de casar aunque çertero”.
Todos creyeron esto que dezía
en su desculpa el nuevo desposado
y tres testigos dello que traya
– Argos, Mercurio, y Febo, su cuñado –
sentençian que se case en este día
con la dama con quien está tratado.
Luego, con voluntad fuerte y unida
diçen el dulçe sí de eterna vida.
Las tres Graçias, hermanas de Cupido,
ricas joyas le dan a la cuñada:
la Dilijençia un muy rrico vestido,
la Providençia casa muy poblada,
la Esperiençia un arnés claro y luzido.
Belona le presenta rrica espada
y un espejo, memoria muy preçiado,
do ve lo porvenir y lo pasado.
Dale Juno de hijos bendiçiones,
Çeres, que biva fértil y abundosa,
Venus en los amores y afiçiones,
Proserpina, belleza muy hermosa;
y Diana eloquente en sus rrazones.
Palas, que sea en las armas victoriosa.
Las nueve hermanas fueron las primeras
que a Minerva le dan por camareras.
Éstas, como donzellas muy prudentes,
entre sí los ofiçios rrepartieron
en lavor y exerçiçio diferentes
qual de Minerva bien los aprendieron.
Allí, luego los dioses asistentes
a Venus le rrogaron y pidieron
que biva en otra casa sin su nuera,
porque la suegra es buena estando fuera.
Naçieron del divino casamiento,
unida con Amor Sabiduria,
dos hijos de muy gran mereçimiento
con que el mundo estará como devía.
El varón se llamó Agradesçimiento,
porque quien sabe y ama agradesçía.
La hija es la Nobleza, muy amada
de dioses y de hombres deseada.
Aprovecha la historia y desposorio
para que Amor se junte con Prudençia
apartando el lasçivo y transitorio
que mata el cuerpo y daña la conçiençia.
La causa desta obra sea notoria
que fue la hermosura y exçellençia
de la bella Minerva y su velado
las faltas perdonad a Luis Hurtado
Laus deo semper et ubque gloria