Hubo una vez
(mis neuronas escondieron el cuando)
Un gorrioncillo cayó del nido,
Pequeño, solitario,
Plegóse a la supervivencia.
Vio que en tierra firme
Todos andaban por sus patas
Y emprendió su trecho
Torpe y lentamente.
Al cabo del tiempo
Realizaba todas sus funciones
Como cualquier terrícola.
Un día tornóse triste,
Nostálgico, taciturno,
Refugiándose en el rincón
De las hojas secas del bosque.
Desde entonces
No cree en lo que tiene,
Lo que quiere, lo que puede;
Está perdido, confundido.
No sabe mirar más allá,
Al horizonte,
Al inmenso cielo.
¡Despierta gorrión, que eso eres!
La vida es aún hermosa
Cuando se busca a uno mismo
Desde su entorno propio.