Eres gemela de mi convicción de ser libre
De ser siempre niño
De no morir jamás…
Eres simplemente bella…
A veces te sigo
Te acompaño hasta cerca de tu templo
Pero me escabullo en el torbellino
Más inmediato
Para no delatar que llevas mi sudor
Atado a tu perfume…
Después de todo
Loco y mosquetero
-como Cyrano de Bergerac –
Soy fiel a mi consigna más antigua:
Soy un caballero digno
De una Madame como tú…