Carta a jesús arellano

Desde hace años, Jesús, el corazón me rebota loco entre las sienes y ando por los rincones escondiendo al sollozo. Estreno una sonrisa cada mañana […]



Retorno de electra

I Para poderte hablar así, de frente, tuve que echarme toda una vida a llorar sobre tus huesos. Tuve que desandar lo caminado desnudando la […]



Marianne

Después de leer tantas cosas eruditas estoy cansada, hija, por no tener los pies más fuertes y más duro el riñón para andar los caminos […]



El suicidio

Para Rubén Tamez Garza Pienso en la fecha de mi suicidio y creo que fue en el vientre de mi madre; aún así, hubo días […]



Las urgencias de un dios

¡Cuánto girón de cielo prometido que no puedo creer, que no logra sitiarme ni adormecer mi sien ni incitarme el afán! No rebusquen más mitos […]



Padre

Para Macedonio y Teresa Al montón de polvo que te cobija bajé esta tarde; la sal de la llanura ardía bajo el árido resplandor del […]





Eternidad

La eternidad mece, ondula, abre de par en par su túnica de viento; en el espacio de su seno esplende una constelación de luz acumulada. […]



Las vírgenes terrestres

Para Marianne, mi hija En vano envejecerás doblado en los archivos: no encontrarás mi nombre. En vano medirás los surcos sementados queriendo hallar mis propiedades. […]





El lomo de la vida

Tras la reclusión vino de improviso la luz. Deslumbrada, llegué al núcleo de un violento avispero. Ajena a la concesión estudiada, inoportuna, con la simplicidad […]