En las nubes te busco… en los perfiles
Que esculpe sobre el cielo la montaña.
En el canto del ave que se ensaña
Gritándome tu nombre en los cantiles.
En los reflejos, breves y sutiles
Con que el sol de la tarde el mar araña,
En la voz de cristal que mi oído engaña,
Mezclada entre las risas infantiles.
Así te busco, amor, impenitente,
Mientras cada mañana, es la primera
En que mi mano encuentra tu vacío.
Y es que el tiempo, a tu ausencia, indiferente,
Me hace seguir, contra corriente, el río,
Hasta que halle tu rastro o Dios lo quiera.