En el cerro

Se enturbia la mirada, y el aire de la tarde

Humea como brasa contra un fondo

De velas sopladas y espuma rota.

El mar es la respiración, la espera.

Tomadas por el grueso sol de agosto,

Las rocas se deslizan hasta el agua.

Un charco se consume entre destellos.

La sal brilla en los flancos chorreantes.

Verano, en tu temblor enceguecido

Aprendo la constancia del azul.

Bajo el vuelo tenaz de las gaviotas,

Soy uno con el tiempo del agua remansada.


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Poema En el cerro - Jordi Doce