Es como la tristeza.
Mira como los hombres en invierno.
Y, como el huérfano, apenas pone
Sus huellas en la yerba.
Es como la tarde.
Crece su piel hacia la soledad oliendo el monte.
(Por su perfil transcurren el disparo y la noche,
La memoria imprecisa del acoso.)
Pero bajo su angustioso ramo de cuernos
No cabe el pensamiento y muere, como de un salto,
Con los ojos abiertos.
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