Una figura errante camina en la incerteza
nadie lo reconoce, es un eco maldito.
El pasado se torna parte de su belleza
y se esconde en la grieta que dejaron los siglos.
Camina sin ser visto por los ojos que observan
un horizonte gris que se repite siempre.
Fantasmales siluetas dominan las aceras
y él las llama a todas y nadie se detiene.
El camina desnudo por un sendero hermoso
lleno de transparentes y lúgubres espectros.
Tiene una indescifrable expresión en el rostro.
Se descubre de pronto parte de su silencio
y vuelve su mirada a su fatal destino.
La canción del olvido late en su pensamiento.