Los egipcios,
En vino y aceite
Ungían la estatua de Osiris,
Pasaban su lengua
En cualquier parte de la esfinge
Y contra la impotencia
Quedaban protegidos.
Los Griegos,
En agua y leche de cabra
Mojaban raíces de orquídeas.
Los romanos,
Provocaban un festín
Con pimienta molida y semilla de ortiga,
Manzanilla amarilla en vino,
Cebollas blancas y ajo silvestre
En miel de abeja.
Los Hindúes,
Guisantes verdes cocidos con cebollas
Pulverizadas con canela, jengibre
Y cardamomo.
Los Chinos,
Con sopa de nido de golondrinas marinas
Se chupaban los dedos.
En América,
Mis compatriotas
Por años
Han consumido ostras,
Conchas, huevos de tortuga,
Ostiones, caracoles, camarones,
Cebollas moradas,
Consomé de garrobo… y por años
Han ignorado
Que el mejor afrodisíaco
Es un culito nuevo…