El hijo del mayoral

El hijo del mayoral,
que oy por amores se casa
con una serrana humilde,
que dizen que es su criada,

en el tálamo de flores
de variedad rodeada,
le dize que es, aunque pobre,
querida como su alma.

Los zagales que le sirven
pellicos de boda sacan,
agradecidos al pan
que comen siempre en su casa.

Viendo que el novio la ha dado
joyas, patenas y sartas,
assí, al son del caramillo,
alegremente la cantan:

“Diole el novio a la desposada
corales y çarcillos y patena de plata.”

Los ricos çarcillos
que dio a su zagala
eran dos candados
de coral y nácar.

Su llave es de cruz,
de temor las guardas,
de amor las armellas,
de fe las cerrajas.

A los dos oýdos
quiere que los traiga,
porque solamente
a su amor los abra.

“Diole el novio a la desposada
corales y çarcillos y patena de plata.”

De gotas de sangre
que el amor le saca,
pues dio por el pecho
la de sus entrañas,

hizo de corales
una rica sarta,
que se la echó alegre
al cuello del alma.

Una cruz le puso
con sangre esmaltada,
que, en vez de memorias
de su passión, traiga.

“Diole el novio a la desposada
corales y çarcillos y patena de plata.”

Diole una patena
de bruñida prata,
y en ella el Cordero
que San Iuan señala.

Patena que puede
en la igreja santa
ser del Cuerpos Christe
quando le consagran.

Patena en que el cura,
con gusto y con gracia,
nos da el pan bendito
a la gente honrada.

“Diole el novio a la desposada
corales y çarcillos y patena de plata.”


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Poema El hijo del mayoral - Jose Valdivieso