El dorado fuego y la lluvia

El fuego de la tarde
Una y otra vez
Ha sido hostigado por la lluvia.
El tronco quebrado de un flamboyán
Cae sobre las buganvilias
Y los pétalos rojo naranja
Derraman su delicada sangre
Sobre las aceras.
La humedad deshace los montículos
Donde viven las hormigas locas,
La casa en el filo del aire
De las mariposas
Y los nidos.
Pasa el viento en sus violentos
Caballos ciegos.
Y el fuego de la tarde
Crepita y canta en agonía
Hostigando por los puñales de la lluvia.


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Poema El dorado fuego y la lluvia - Luis Suardíaz