Es el vaivén cíe la ciudad
Amigable escaparate
De una vida que parece lo que es;
Suave roce de ricas telas,
Delicioso goteo de sutiles aromas,
Café, conversaciones, risas,
Libros tan buenos que emocionan
A esos huéspedes contentos de una vida
Que no parece lo que es;
Horas malpagadas,
Grisácea letanía de siempres
Y de nuncas,
Inalcanzables las cosas más cercanas,
Para aquel
Que lejos de sí mismo
Y de todos
Tiende la mano
A la distraída felicidad.