Tú no seleccionaste tu destino.
Alguien posó su dedo en tu cabeza
Y te injertó ramajes de realeza:
Falsa consagración sin pan ni vino.
Acaso te escogieron para el trono
Por la bondad en flor de tu semblante,
Y hasta parir un rey te fue humillante
Porque libaste hieles de abandono.
Bonita como el arte de un sinsonte.
Lejana como un filo de horizonte.
Generosa con hábitos de hada.
Fantasma musical. Flor indecisa.
Fuiste tremendamente desdichada
Como la clonación de una sonrisa.