De la incierta salud desconfiado,
Mirando cómo va turbio y furioso
Betis corriendo al mar, dijo lloroso
Vandalio, del vivir desesperado:
“Recibe, ¡oh caro padre!, este cansado
Cuerpo de un hijo tuyo, deseoso
De hallar en tus ondas el reposo
Que negó la fortuna a mi cuidado.
Haz, padre, que estos árboles que oyendo
La causa de mi muerte están atentos,
La recuenten después de esta manera:
‘Aquí yace un pastor que amó viviendo;
Murió entregado a Amor con pensamientos
Tan altos, que aun muriendo, amar espera'”.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Ya con la salud de celia Ya con la salud de Celia, Viendo sus ojos divinos, Cielos los montes parecen, Y los valles paraísos. Ya, al alba llena de flores, Perlas […]...
- Voces daban prisioneros Voces daban prisioneros, Luengo tiempo están llorando, En triste cárcel escuro Padeciendo y sospirando, Con palabras dolorosas Sus prisiones quebrantando: ?¿Qué es de ti, Virgen […]...
- Las leyendas del mar Capitán, padre mío, capitán de navío, ¿dónde están las ciudades azules y los puertos sombríos, y las lindas mujeres que murieron de hastío, esperando tu […]...
- La muerte del padre se alza en la ventana La muerte del padre se alza en la ventana sale al espacio vestida de blanco. Por las escaleras interiores golpea su cuerpo descendido a hombros […]...
- Casida de la bailarina (ii) Baila, que él tiene el cuerpo cubierto de vergüenza y la lengua seca saliéndole por la boca dulce, como una vena perdida. Yo pienso en […]...
- Entre osar y temer, entre esperanza Entre osar y temer, entre esperanza Y un triste recelar desesperado, Entre gozo y dolor, entre un cuidado Y un cierto no sé qué de […]...
- A nuestra señora de atocha, por la salud del rey don felipe iii En vez, Señora, del cristal luciente, Licores nabateos espirante, Los faroles, ya luces de Levante, Las banderas, ya sombras de Occidente. Las fuerzas litorales, que […]...
- Triste avecilla que te vas quejando Triste avecilla que te vas quejando Por feos ramos y por turbias fuentes, Pues que no son mis males diferentes, Vente agora aquí do estoy […]...
- Epitafio Nuestro vivir sentido da a la muerte y en el aire quemado me desgasto interroga el crear desde su sino viviendo estoy muriendo de vivir […]...
- Padre Padre mi padre el travesaño de la cruz en mis manos al espíritu mi espíritu encomiendo. Me haces daño sin que yo te haga daño […]...
- Levadura A César Vallejo Al fin de la mesa redonda Y muerta la literatura, vino hacia ella un crítico Y le dijo: “No mueras, te amo […]...
- Mercado a su chamarra ¡Oh chamarra de papel! En hora fuerte y menguada Vos fuistes invencionada, Pues por vos me dicen cruel. De cuya causa cuidado Nace qu’el alma […]...
- El paseo El cielo espejea entre los árboles. Los árboles se imaginan que están a orillas de un lago color violeta. Nosotros advertimos el engaño y a […]...
- Sin poderse alegrar de cosa alguna Sin poderse alegrar de cosa alguna, De invidia, de ira y rabia ardiendo el pecho, Mirando la ocasión de su despecho, En brazos de Endimión […]...
- Muero de amor Muero de amor, y deseo que mi muerte se dilate por gozar de la agonía los prolongados instantes. De mi dolor el remedio pudiera estar […]...
- Deja Deja que te planten cara Cuando les hables y deja Que entre insultos y amenazas Cicatrice tu paciencia. Deja que te cuenten males Y te […]...
- El mar. la mar Entraña de estos cantares: ¡Sangre de mi corazón, tarumba por ver los mares! El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me […]...
- Respuesta de minerva Minerva dize: “Padre soberano, la çiençia más suprema que e tenido es la humildad con el querer muy llano, con lo qual os e siempre […]...
- Yo YO también masticaba la cal de las paredes En las tardes de agosto Y creía que sólo se moría en invierno Y no entendía por […]...
- Comunicado A la Gente Pobre se le comunica Que hay Cebollas para Ella en la Municipalidad de Santiago. Las Cebollas se ven asomadas a unas ventanas […]...
- Poema para el crepúsculo I Hora de soledad y de melancolía En que casi es de noche y casi no es de día. Hora para que vuelva todo lo […]...
- Abuelos (iii) Aquí se estableció con sus manteles de hule el carmín de aquel tiempo cuando el furor en los labios. Sobre una tabla blanca y lisa […]...
- Estancias a la virgen Antes que de la mente eterna fuera saliesen los espíritus alados, y antes que la veloz o tarda esfera tuviese movimientos señalados, y antes que […]...
- Morir de risa Aquí donde vivo Estoy muriendo. Esta agonía lenta Trae paranoias Cólera Remordimientos Excusas Un no lo vuelvo a hacer. Aquí me muero de hambre De […]...
- Galicia-agosto-otra mujer En estos días de verano una mujer discontinua, pariente de olas y sórdidos menajes. En este verano plagado de días para los que no tengo […]...
- Los indios viejos Los hombres viejos, muy viejos, están sentados Junto a sus cabras, junto a sus pequeños animales mansos. Los hombres viejos están sentados junto a un […]...
- Tan fuertes llamas deamor Tan fuertes llamas deamor Trebajan la vida mía No te viendo, Que sin pena e sin dolor Todo el mundo quedaría, Yo moriendo. Congoxa, dolor, […]...
- Estrecho de florida De pronto, por el mar, sube, baja un sonido, un débil silabeo de garganta cortada, un son, un eco turbio de cuerpo dividido, de párpados, […]...
- En la sagrada comunión ¡Ay! soledad amarga y enojosa, cansada de mi ausente y dulce amado, dardo eres en el alma atravesado, dolencia penosísima y furiosa. Prueba de amor […]...
- A don asensio gallo, deán de plasencia, confirmándole un discurso que ha hecho de la providencia Fabio, habiendo leído este cuidado, de v[uestra] pluma en rasgo tan hermoso, sin tocar las soberbias de invidioso os ofrecí atenciones de admirado. Y viéndole […]...