No queda más lustroso y cristalino
por altas sierras el arroyo helado
ni está más negro el ébano labrado
ni más azul la flor del verde lino;
más rubio el oro que de Oriente vino,
ni más puro, lascivo y regalado
espira olor el ámbar estimado
ni está en la concha el carmesí más fino,
que frente, cejas, ojos y cabellos
aliento y boca de mi ninfa bella,
angélica figura en vista humana;
que puesto que ella se parece a ellos
vivos están allá, muertos sin ella,
cristal, ébano, lino, oro, ámbar, grana.
(2 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Cuál del ganges marfil, o cuál de paro blanco mármol ¿Cuál del Ganges marfil, o cuál de Paro Blanco mármol, cuál ébano luciente, Cuál ámbar rubio, o cuál oro excelente, Cuál fina plata, o cuál […]...
- Si tu boca fuese amada mía Si tu boca fuese amada mía El pozo de Belén que está a la puerta Y al desear el sorbo dulce de tus labios Con […]...
- Qué dulcemente va cayendo tu belleza ¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza! ¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza! Otoño pleno desordena la armonía de tu pecho; y, en plástica oleada de […]...
- A mi amada En el Día de los Enamorados, el domingo, he despedido a mi amada. Subió al ómnibus de la mano de su compañero, Que en la […]...
- CanciÓn de la amada sin presencia Antes de que tu voz fuera color de trino Y tus ojos dos sombras salobres como algas; Cuando aún tu sonrisa no era un camino […]...
- El poeta revela a las criaturas el nombre de su amada Toda la página del cielo para poner un Nombre Todas las palomas traspasando la niebla matinal para erigir un sueño Despierten cúpulas somnolientas de la […]...
- A un beso de una dama Divina boca de dulzores llena, dichoso el labio que te besa y toca, que no hay en cuantas hay tan dulce boca, ni para aprisionarme […]...
- El vendimiador a su amada En los frescos lagares duerme el zumo oloroso de las uvas maduras. Turbador, amoroso, es el vapor que sube de los frescos lagares. ¡Y tu […]...
- Epigramas a angélica (cuatro epigramas) MANUSCRITO ENCONTRADO EN EL MONTE PÚBICO DE ANGÉLICA “No te lamentes ni rezongues, Angélica, que en este diario heroísmo de empuñar entre tus piernas esta […]...
- Corcilla temerosa Corcilla temerosa, cuando sacudir siente al soberbio Aquilón con fuerza fiera la verde selva umbrosa, o murmurar corriente entre la yerba, corre tan ligera, que […]...
- Francelisa Francelisa, la más bella ninfa que pisó cristal, y sobre coturnos de oro lleva su tributo al mar, doliente y correspondida de Amarilis en el […]...
- Soneto a la boca y ojos de su dama implorando piedad El Sol a noble furia se provoca Cuando sin luz lo dejas descontento, Y, por gozarte, enfrena el movimiento El aura, que de gloria se […]...
- Hado español de la belleza Te veo mientras pasas sellado de granates primitivos, por el turquí completo de Moguer. Te veo sonreír; acariciar, limpiar, equilibrar los astros desviados con embeleso […]...
- Gusto: belleza conciente Me dicen estos y aquellos, movidas sombras de otros yoes en mí mismo: “¿A qué ese afán, esa insistencia, ese dinámico éstasis en tu obra?” […]...
- Soneto del licenciado joan de faría, abogado y relator en la audiencia de ranada Dichosa edad que aquel siglo dorado aventaja el febeo movimiento, y en cuanto ha rodeado el firmamento en nuestra España el fruto ha mejorado. Con […]...
- No hay mayor pasión que la de un poeta No hay mayor pasión que la de un poeta, ni mayor deseo que la de un liróforo nosferatu. La noche resplandece ahora de un extraño […]...
- Soneto sobre la belleza frágil y perecedera Con planta incierta y paso peregrino, Lesbia, muerta la luz de tus centellas, Llegaste a la ciudad de las querellas, Sin dejar ni aun señal […]...
- Poema de la belleza cautiva que perdí Pequeña de mis sueños, por tu piel de palomas, la pálida presencia de la luna en el bosque o la nieve recién caída de los […]...
- Amada A través del amante siente el cielo Girar por vez primera. Su alimento Es el amor. Y no encuentra sustento En los pies, despegados ya […]...
- Yo soy la amada Yo soy la amada, amante, soy la amada: voy andando las horas que separan mi cuerpo de tu cuerpo y restañando las frágiles heridas de […]...
- Deja tu chipre amada Deja tu Chipre amada, Venus reina de Pafos y de Gnido, que Glycera adornada estancia ha prevenido, y te invoca, con humos que ha esparcido. […]...
- Los feos La mano o el ojo inmortal Que hizo el cielo estrellado, esta bahía, Este restorán, esta mesa (Y hasta hizo el tigre de Blake), También […]...
- El abencerraje cuenta a don rodrigo El Abencerraje cuenta a don Rodrigo, camino de la prisión, después de la Derrota, sus amores con Jarifa; en este fragmento de romance le refiere […]...
- Cancion a la mujer lejana En ti recuerdo una mujer lejana, lejana de mi amor y de mi vida. A la vez diferente y parecida, como el atardecer y la […]...
- Soneto (de guillermo de almeida) “Esa mujer que yo he de amar un día Será tan clara, tan gentil y bella, Que pensaré que descendió una estrella Para llenar de […]...
- Poema de la culpa Yo la amé, y era de otro, que también la quería. Perdónala Señor, porque la culpa es mía. Después de haber besado sus cabellos de […]...
- Soneto de joan de sosa, a los lectores Albricias los que tanto deseastes ver la que viva tantos desearon, pues si en aquello tanto trabajaron en esto lo posible trabajastes. Y aun pienso […]...
- Espejismo Ella mira El sauce repetido en el agua: Cardumen en tierra prisionero. El río Repica en los guijarros Aferrado a sus pies secos. Lame sus […]...
- Inscripción para el sepulcro de dominico greco Esta en forma elegante, oh peregrino, de pórfido luciente dura llave, el pincel niega al mundo más süave, que dio espíritu a leño, vida a […]...
- La diamela Dióme un día una bella porteña, Que en mi senda pusiera el destino, Una flor cuyo aroma divino Llena el alma de dulce embriaguez; Me […]...