Tú contaminaste mis venas de hombre
-virus a la inversa de vida y amor-.
Fueron transparentes todas mis cortinas
Al sentir tu sol.
Cuando tú llegaste, un mal de ternuras
Fue fiebre en mis labios, jarabe en mi voz.
Y me entraste al alma por una secreta
Rendija interior.
No tuve anticuerpos que se te opusieran
-resistencia inútil, imposible adiós-.
Tu amor fue benigno, pero hizo metástasis
En mi corazón.