A mi hermana Mercedes
[ Ribadeo, 1991 ]
Como un temblor del agua, azul serenamente…
Sobre la carne olas; más olas, las pupilas
Dibujando la lluvia, los madroños, el barro
Perfumado y profundo. La morera, el desván
Perdido donde un dios feliz me visitaba.
Aquella niña oscura, sus amargas naranjas,
El horizonte gris, la azucena, el perfume
Amarillo del árbol. Y el espliego. Y los juncos…
Una voz muy lejana de madre golpeando
Mi corazón dormido, las brasas del invierno…
Y junto al mar revivo la espesura del sueño,
En el vaivén del agua, en su latido azul,
En sus círculos negros. Ambiciono otro mar
De inalcanzables costas, de barcos que se alejan,
Un llanto sin consuelo como el mar infinito.