¡Cómo ángel rojo!
Somos los poetas latinos
De nuestra América latina.
Todos acoplados y juntos
Con cara al sol de un dulce mañana.
¡Cómo ángel rojo!
Vamos abiertamente soñando sueños,
Somos los hijos del maíz
De la semilla embrionaria
De las hostias sagradas de oro,
De sal y arenas.
¡Cómo ángel rojo!
Ungidos por el Padre Apolo
Te cantamos América.
Somos los hijos de la pampa,
Del dulce quenepo en la bemba,
Los de la Tenochtitlán perdida,
De la guanábana y la yuca,
Del pandero y el café puya,
De bemba y el Tombuctú,
De la danza, el tango y el vals,
Los de la lengua quechua.
Somos los de guayaco, guayacol y bemba.
Los de guanábanas y flores renacidas.
Los de tierras fértiles,
Menú de calabaza, los plátanos partíos,
El fufú americano.
¡Cómo ángel rojo
Fundidos por el mismo sol
De lluvia y tabaco, que nos vió crecer!
Te cantamos a ti, Madre redentora,
De las mujeres bellas
Del campo y el pueblo
De las ciudades ocultas y legendarias.
Venimos de todo el mundo
Para hacer de este canto,
Tu canto, mi canto, el canto de todos…
Mi antillana vía
Mi cerezo y mis Andes,
Mi ruido imborrable,
Mi Martín Fierro,
Mi Simón Bolívar
Y escúchame tú,
Bill Clinton,
Que de Vieques
Hoy se vaya la Marina.
¡Cómo ángel rojo!
Por los heterosexuales,
Por los homosexuales, por los “gays”,
Por todos los muertos, por el Sida,
Porque mañana florezca
Un nuevo día
En que los gauchos y las llamas
Comprendan esta gran poesía.
¡Cómo ángel rojo!
Te cantamos
Reina y madre,
Diosa y edén,
Bella Meseta del Nazca,
Paraíso oculto de Colón
Que nos dio la lengua milenaria,
Este versos lleno de ambrosía.
¡Cómo ángel rojo!
Somos los poetas latinos
De nuestra América latina.
¡Cómo ángel rojo!
Nacimos del sol
En la morena vía
Y si alguien se me queda
Yo le ruego
Que perdone mi poesía
Pues somos tantos y tantos y tantos y tantos
Los que hoy escriben ésta, mi poesía…