Si vuelven aquellos días
En que la madrugada era
Un frasco de estrellas
De balas rápidas
De gente apedreando carteles
De lágrimas cristalizadas y
Dientes molidos en un pan de asfalto
Aquellos días en que podíamos
Llevar el corazón ceñido a la muñeca
Acariciar lentamente un rostro
Y guardar la mano para siempre