Claustro

Catedral de Gerona, 1983

A Teresa

Ven a sentarte aquí,

En el centro del día,

En el ángulo desnudo de la luz.

Están muertos los pájaros – y el aire,

Inmóvil,

Se abre en anillos más amplios.

Limpio,

Como un amor perdido,

El tiempo

Es un río que gime entre los dedos.

Ven a sentarte aquí.

Que los espejos

Tiemblan tan dulcemente.

Ven,

Que necesito amarte

Bajo estos cedros encendidos

Que repiten tu nombre de ala rota,

La cifra de tus manos,

La blanca y tibia estela de tu cuerpo.


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Poema Claustro - Miguel Florián