El don de la ebriedad (iii)

La encina, que conserva más un rayo de sol que todo un mes de primavera, no siente lo espontáneo de su sombra, la sencillez del […]



El baile de Águedas

Veo que no queréis bailar conmigo y hacéis muy bien. Si hasta ahora no hice más que pisaros, si hasta ahora no moví al aire […]



A mi ropa tendida (el alma)

Me la están refregando, alguien la aclara. ¡Yo que desde aquel día la eché a lo sucio para siempre, para ya no lavarla más, y […]



El don de la ebriedad (i)

Siempre la claridad viene del cielo; es un don: no se halla entre las cosas sino muy por encima, y las ocupa haciendo de ello […]



El don de la ebriedad (iv)

Así el deseo. Como el alba, clara desde la cima y cuando se detiene tocando con sus luces lo concreto recién oscura, aunque instantáneamente. Después […]



El don de la ebriedad (vi)

Las imágenes, una que las centra en planetaria rotación, se borran y suben a un lugar por sus impulsos donde al surgir de nuevo toman […]



El don de la ebriedad (v)

Cuándo hablar‚ de ti sin voz de hombre para no acabar nunca, como el río no acaba de contar su pena y tiene dichas ya […]



El don de la ebriedad (vii)

¡Sólo por una vez que todo vuelva a dar como si nunca diera tanto! Ritual arador en plena madre y en pleno crucifijo de los […]



El don de la ebriedad (viii)

No porque llueva ser‚ digno. ¿Y cuándo lo seré, en qué momento? ¿Entre la pausa que va de gota a gota? Si llegases de súbito […]



El don de la ebriedad (ix)

Como si nunca hubiera sido mía, dad al aire mi voz y que en el aire sea de todos y la sepan todos igual que […]



El don de la ebriedad (ii)

Yo me pregunto a veces si la noche se cierra al mundo para abrirse o si algo la abre tan de repente que nosotros no […]