Bien sé que se ríe el mundo,
De ver cómo taño y canto,
Auiendo llorado tanto
Mi dolor graue y profundo.
Sepan que en esto me fundo,
Que en los tormentos mortales
Y las penas desiguales,
No me aprobecha llorar;
Y ansi procuro cantar
Por ver si espanto mis males.
Canta el presso alegremente,
Los duros grillos tocando,
Y el trabajador, cantando,
Su trabajo menos siente;
Cata dulcíssimamente
El paxarillo enjaulado.
Y yo, de penas rodeado,
Procuro cantar un poco;
Mas no piensen que estoy loco,
Sino de llorar cansado.
Vn tiempo alegre canté,
Mas fue tal mi suerte auara,
Que lloré porque cantaba,
Y oy canto porque lloré.
Si de mí mismo no sé,
¿por qué se espantan si canto,
Y auiendo llorado tanto
Y sabiendo en qué consiste,
Pues siempre el canto del triste
Suele conuertirsse en llanto?
Burle el mundo de mi canto,
Y burle quien me mató;
Mas sepan que entiendo yo
Que fue disparate el llanto.
Ya me alegro, taño y canto,
Ya no quiero más llorar
Que me quisieron matar;
Mas pues el cielo lo ordena,
Para mitigar mi pena,
Quiero tañer y cantar.