AndrÓgino

Por ti, por ti, clamaba cuando surgiste,
Infernal arquetipo, del hondo Erebo,
Con tus neutros encantos, tu faz de efebo,
Tus senos pectorales, y a mí viniste.

Sombra y luz, yema y polen a un tiempo fuiste,
Despertando en las almas el crimen nuevo,
Ya con virilidades de dios mancebo,
Ya con mustios halagos de mujer triste.

Yo te amé porque, a trueque de ingenuas gracias,
Tenias las supremas aristocracias:
Sangre azul, alma huraña, vientre infecundo;

Porque sabías mucho y amabas poco,
Y eras síntesis rara de un siglo loco
Y floración malsana de un viejo mundo.


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Poema AndrÓgino - Amado Nervo