Honra del mar de España, ilustre río
Que con cintas de azándar y verbena
Ciñes tu margen, de claveles llena,
Haciendo alegre ultraje al cierzo frío,
Si ya con tierna planta y dulce brío
Vieres la ingrata, causa de mi pena,
Hurtar tus perlas y pisar tu arena,
Baña sus huellas con el llanto mío.
Así la Aurora vierta por tu orilla
Canastillos de aljófar y esmeraldas,
Olor las auras, flores el verano.
Y, si esto es poco, así mi pastorcilla,
Cuando tus lirios ponga en sus guirnaldas,
Te dé licencia de besar su mano.
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