Éntrale el basto siempre a la doncella
cuando de oros el hombre no ha fallado,
espadas su manjar es descartado
porque lo quiere así la madre della.
La malilla, aunque deje de tenella,
no perderá, tanto es lo que le ha entrado;
y si quiere elegir, porque ha robado,
él es la copa y la malilla es ella.
Quien entrare a jugar, quien hombre fuere,
si de oros a triunfar no se dispone,
nunca ganar aquesta polla espere.
Carta de más, dinero no repone
en esta mano, antes quien la diere,
su basto encima a la malilla pone.