Siempre que me sumerjo en tus ojos profundos
Me fascina la forma en que paras el tiempo.
Se detienen los sueños que como aves ignotas
Vuelan por mis pupilas y cesa hasta el murmullo
De esas acequias mías que dan al corazón.
Se que los años manchan mi rostro y mi costumbre.
Pero cuando te miro tus ojos me devuelven
Esa luz que poco antes daba yo por perdida,
La magia del retorno a las islas lejanas
De juventud. Sucede si te miro o me miras.
Tus ojos siempre saben devolverme crecido
Lo poco que te he dado, transformando de pronto
El arroyo pequeño de mi vida en un río
Que se desborda, ufano, y que arrasa con todo
Aquello que no quiero que me ensombrezca el alma.
Y entonces me renazco en mí mismo. Y camino
Con tan sólida impronta que todo me parece
Tan fácil y asequible que hasta me tengo miedo.
Siempre que me sumerjo en tus ojos me busco.