Te quiero porque un día me llevaste hasta el río
Y al vuelo de las aves que anidan en el agua.
Y me tocaste el hombro para darme el aliento
Que pierdo en ocasiones.
Porque me miras grave
Y me guiñas los ojos para poder seguirte.
Y me alientas,
Y me acoges,
Y me retienes por el aire cuando vuelo sin rumbo
O he perdido el oriente.