Yo no he quedado huérfano de esperas.
Estoy más bien ardido de quimeras,
Porque en Otoño sueño Primaveras
Y en el erial cultivo enredaderas.
Yo estoy en la penumbra iluminado
Por una piel con luz en mi costado,
Y estoy, por eso, como al día atado
Y por la mano del amor tocado.
Yo estoy. Yo soy. Yo siento. Vivo
En mi presente el tiempo fugitivo
Como pájaro suelto y no cautivo.
Yo estoy, por eso, entre las luces preso
Pues tengo con el ánimo confeso
La sensación de estar salvo e ileso.